La isla de Bréhat es un archipiélago situado al noroeste de la bahía de Saint-Brieuc, frente a la costa de Paimpol. Apodada la Isla de las Flores, hace honor a su sobrenombre durante todo el año, donde la naturaleza es omnipresente.
Destino excepcional, este archipiélago está formado por casi 90 islotes que giran alrededor de la isla principal.
Durante todo el año, desde la punta de l'Arcouest, tome las Vedettes de l'île de Bréhat para llegar.
Durante la temporada de verano (de abril a septiembre), las lanchas rápidas también pueden llevarle desde Binic-Etables-sur-Mer.
Embarque en el puerto de Binic, cerca del faro, y tome un barco por la costa hasta el archipiélago, un corto crucero que le dará la oportunidad de ver por el camino las islas de Saint-Quay, el puerto de Gwin Zegal y los acantilados de Plouha.
Para los más curiosos, añada a su travesía un paseo en barco alrededor de la isla.
A bordo, recorra la costa y escuche los comentarios de su guía.
La lancha rápida le llevará alrededor de la isla durante 45 minutos antes de dejarle en el sur de la isla, donde podrá desembarcar y visitarla.
Una vez en la isla, el espectáculo continúa.
Caminar se convertirá en su actividad favorita, ya que podrá explorar los senderos y caminos de toda la isla.
Para algo diferente, alquile una bicicleta directamente en la isla y pedalee a su antojo.
No se pierda
- La ciudadela, sede de la famosa cristalería donde se encuentran los talleres de los sopladores de vidrio.
- El faro del Pavo Real, edificio emblemático del norte de la isla.
- La playa de Guerzido, donde remos y kayaks marcan el ritmo de la vida playera.
- El molino de Birlot, construido en piedra entre 1633 y 1638, no ha perdido nada de su encanto.
- La capilla de Saint-Michel, un pequeño edificio religioso que impresiona por su posición elevada. No es la subida de los escalones lo que le dejará sin aliento, sino la vista desde lo alto.
Desde el punto de vista práctico, en verano puede tomarse un descanso en los restaurantes locales de la pequeña ciudad mercado de Bréhat.
Si le apetece algo más aventurero, llévese un picnic y siéntese en un lugar verde a disfrutar de las vistas al mar.